Me atrevo a afirmar que muchas de las personas con el sólo hecho de ver la siguiente imagen, se llenarán de nostalgia al recordar su época de juventud en el antiguo salón de baile Karimar cuando estaba en Guadalupe.
Fachada del Salón de Baile Karimar en Guadalupe |
Como viste en la foto, en este viejo local de madera (que por fuera parecía un chinchorro), su música retumbaba en las paredes y en la pista siempre no cabía un alma.
Toda la gente "pachuca" (así le llamaban a los bailadores de swing en ese tiempo) que asistía a este lugar, se deleitaban bailando Swing Criollo y Bolero con las mezclas de dj Jose y dj Alonso.
Era común ver todos los fines de semana a los bailadores pegando brincos y dejándose llevar al ritmo de buenas cumbias con total libertad y sin importar el qué dirán.
Toda la gente "pachuca" (así le llamaban a los bailadores de swing en ese tiempo) que asistía a este lugar, se deleitaban bailando Swing Criollo y Bolero con las mezclas de dj Jose y dj Alonso.
Era común ver todos los fines de semana a los bailadores pegando brincos y dejándose llevar al ritmo de buenas cumbias con total libertad y sin importar el qué dirán.
Como algunos saben, hace unas cuantas décadas era prohibido bailar "suin" en los salones de baile de Costa Rica y prácticamente, sólo en el salón Karimar se podía bailar sin miedo a ser echados y con libertad.
Es por esto que este lugar se convirtió a finales de los 90s y principios de los 2000 en la guarida de los mejores bailadores de esta danza costarricense.
Es por esto que este lugar se convirtió a finales de los 90s y principios de los 2000 en la guarida de los mejores bailadores de esta danza costarricense.
Este fue el lugar donde ocurrieron inolvidables historias de amor y porqué no, de desamor también, todas a ritmo de swing criollo y bolero costarricense.
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En este post contaré un poco su historia, sus inicios, su cierre y en lo que contribuyó este salón de baile josefino a impulsar el Swing Criollo en la sociedad Costarricense.
Historia del Salón de Baile Karimar en Guadalupe, Costa Rica.
Uno de sus primeros dueños fueron Carlos y Maricel. (por eso el nombre de karimar, por Carlos y Maricel)
Posteriormente fue alquilado por un periodo de 5 años por la bailarina y promotora del Swing Criollo: Ligia Torijano.
Como en aquellos años (finales de los 90s y principios del 2000), la práctica de esta manera de bailar era muy discriminada, Karymar llegó a convertirse en uno de los pocos salones josefinos en donde podías bailar Swing Criollo y Bolero sin miedo a nada.
A este lugar asistían tanto personas pioneras del ritmo ("llamada La Vieja Guardia"), como jóvenes. Todos queriendo lucirse en la pista de baile ostentando sus habilidades y conocimientos en torno a esta "rara y única" manera de bailar la cumbia.
A este lugar asistían tanto personas pioneras del ritmo ("llamada La Vieja Guardia"), como jóvenes. Todos queriendo lucirse en la pista de baile ostentando sus habilidades y conocimientos en torno a esta "rara y única" manera de bailar la cumbia.
Las academias de baile más populares de aquel entonces y las que apenas estaban emergiendo, enviaban a sus estudiantes para que ensayaran en Karimar y se empaparán de los pasos que sólo podían hacer los bailadores de "calle" que asistían a Karimar todos los fines de semana.
En las academias se les hacía difícil enseñar a bailar este estilo de cumbia callejera.
Era común ver muchachos de 18, 20 y 23 años asistiendo cada fin de semana en grupos de amigos para adueñarse de la pista.
El "boom" musical que atrajo a los muchachos de esa época fue aquella canción del grupo argentino Los Huracanados que decía: “♪♫ Garrote, garrote, garrote chiquito y grandote♪♫… ” allí se empezaron a "enfiebrar" de la cumbia.
Quizás te interese: Escucha aquí las Cumbias que se bailaban en Karimar en aquella época
En las academias se les hacía difícil enseñar a bailar este estilo de cumbia callejera.
Era común ver muchachos de 18, 20 y 23 años asistiendo cada fin de semana en grupos de amigos para adueñarse de la pista.
El "boom" musical que atrajo a los muchachos de esa época fue aquella canción del grupo argentino Los Huracanados que decía: “♪♫ Garrote, garrote, garrote chiquito y grandote♪♫… ” allí se empezaron a "enfiebrar" de la cumbia.
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Karymar tanto en espacio físico, como social y simbólico sirvió como contexto idóneo para la reproducción del baile en la vida cotidiana de los costarricenses, haciéndolo cada vez más y más popular y, por consiguiente, defendió la esencia que caracterizó al swing criollo en sus inicios.
El ex ministro de cultura Guido Sáenz, visitó el lugar en alguna ocasión seducido por esta danza pachuca(chusma) como le llamaba la clase élite costarricense.Cierre del Salón Karimar en 2008
Tras el cierre de la llamada Cuna del Swing en el 2008, los más fiebres bailarines del swing se dispersaron por salones como La Pista (actualmente Kilates en Tibás), El Tania(que ya no existe), Los Barriles, entre otros, pero no lograron sentirse como en Karymar.
Karimar fue y será por siempre único!
En el siguiente video documental hecho por Sergio Sarmiento, podrás ver fotos y saber otros detalles interesantes sobre esta antigua discoteque Guadalupana:
En este otro documental producido por la cineasta Gabriela Hernández, podrán ver cómo era el interior del Salón Karimar, un poco de la historia de su Dj estelar, Dj Jose, además experiencias de los bailarines que asistían al lugar, entre otras cosas.
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Se despide su amigo y amante de bailar swing, Sergio Sarmiento.
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